Matthew Lipman creó un programa llamado “Filosofía para niños” en el que aparece el concepto de comunidad de investigación. En sus objetivos pretende alcanzar:
- La mejora de capacidad de razonar.
- El desarrollo de la creatividad.
- Crecimiento personal e intrapersonal.
- Desarrollo de la comprensión ética.
- Y el desarrollo de la capacidad para encontrar significado en la experiencia.
Este programa cuenta con materiales que han sido creados para poder ponerlos en práctica en las aulas; desde los primeros años, hasta la educación de adultos.
Según el propio Lipman: “Queremos estudiantes que piensen por sí mismos y no que simplemente aprendan lo que piensan otras personas”.
“Filosofía para niños” tiene las siguientes pretensiones:
- Apuesta a favor del valor formativo de la filosofía y la tradición filosófica.
- Unos materiales didácticos son el material que pone en marcha el programa en el aula.
- Una estrategia pedagógica para el aula, convirtiendo el aula en una comunidad de búsqueda e investigación que desarrolle los principios de una forma de vida que da nuevo significado y sentido al hecho de aprender.
- Un método de aprendizaje activo, con la lectura dramatizada del texto y las posteriores experiencias e intereses de los alumnos respecto a la lectura.
El programa de Lipman resalta que “el pensar es el crecimiento mismo del proceso educativo y que toda educación construida sobre cualquier otra base será superficial y estéril”. Por eso es necesario, pasar de una educación para aprender a una educación para pensar. Y, en este contexto, hay dos elementos clave: la experiencia y el diálogo.
“No ayudar a los niños a pensar sobre las cosas que les preocupan no hace sino preocuparlos más”.